Hola soy Lucía. Os cuento lo que pasó ayer en la cena. Cuando me despedí de vosotros fue porque ya estaba Roberto llamando a la puerta así que abrí y le invité a pasar. Estuvimos charlando un rato en la cocina mientras yo terminaba de cocinar. Después nos sentamos a cenar y tras varias copas de vino nos acostamos. He decir que yo tenía ganas de acostarme con Roberto pero no quizá en la primera cita y de no haber sido por el vino no lo hubiera hecho. Cuando sonó el despertador a las 6 de la mañana Roberto ya no estaba en la cama. Pensé que no se había despedido para no despertarme así que no le di mayor importancia pero cuando hoy me dirigía a la facultad decidí pasar por el sitio donde estaba siempre Roberto haciendo caricaturas pero no estaba. Después del medio día cuando ya estaba volviendo al apartamento tampoco estaba Roberto en su sitio habitual. Es todo muy raro. ¿No le habré gustado y se ha cambiado de sitio? ¿Se habrá ido de Londres? Están llamando a la puerta, voy a abrir y ojalá sea Roberto.
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