¡Vamos no me jodas! ¿Sabéis que me ha pedido Lucía? ¡Que nos casemos! Yo, Roberto, en un altar. Casándome. Para siempre. Siempre. Con Lucía. Toda la vida. ¡Que acojone! No es que no quiera a Lucía pero casarnos es un paso muy gordo. Tal vez deba reconocer que tengo miedo al compromiso. Encima tengo que darle una respuesta. Si la digo que no pensará que no la quiero y si la digo que sí estaré mintiendole. Uff...¡No sé que hacer!
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